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lunes, 4 de mayo de 2009

Crisis económica pero también pobreza interior de las personas.

"La pobreza material avanza. La crisis económica puede causar, por ejemplo, un aumento de hasta el 15% en los niveles de pobreza de América Latina este año, según la ONU. En ese marco, la Iglesia invita a un estilo de vida sobrio y solidario.

Pero no sólo hay pobreza material, existe también la pobreza interior. Como señala el Papa Benedicto XVI: "Por ejemplo, en las sociedades ricas y desarrolladas existen fenómenos de marginación, pobreza relacional, moral y espiritual: se trata de personas desorientadas interiormente, aquejadas por formas diversas de malestar a pesar de su bienestar económico" (Benedicto XVI – Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009 - http://www.zenit.org/article-29487?l=spanish ). Este tipo de pobreza en el que las personas están desorientadas, desorganizadas interiormente, supone muchas veces un abismo... donde la persona se defrauda a sí misma, a los que le rodean y se pone en riesgo de caer en cualquier conducta perjudicial ignorando la belleza de la vida, que indudablemente no está en pasarlo bien, acumular dinero y someter a otros como medio para obténer más y más dinero.


la cultura y la espiritualidad son factores de humanización. Y humanizar implica el proceso de confirma en el hombre de rasgos esenciales como el ejercicio de reflexión, la adquisición del saber, la apertura al prójimo, el afinamiento de las emociones, sensibilidad hacia los problemas de la vida, sentido de la belleza, noción de la complejidad de lo humano, cultivo del humor y el amor."

Combatir la pobreza interior y moral de nuestra sociedad nos implica a todos. Sólo es posible transformar el mundo si cambiamos nuestro propio corazón y lo configuramos con un nuevo software : el de Cristo Resucitado.